Los aficionados que esperaban ver a las estrellas del Real Madrid no dudaron en 'asaltar' el coche donde se encontraba el técnico portugués. Sin embargo, Rui Faría detuvo el vehículo y se bajó ante el asombro de Mourinho.
El ayudante había escuchado algún que otro insulto y se dirigió a la parte trasera del coche para discutir con los aficionados que les habían increpado. La rápida intervención de los servicios de seguridad del club calmaron los ánimos, Rui Faria volvó al coche y continuó su camino.
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