La Catedral de Barcelona ha acogido la santa Misa para dar el último adiós a Tito Vilanova, que falleció el pasado viernes víctima de un cáncer a los 45 años de edad. Unas 1.500 personas han asistido al acto en la Catedral y otros 500 en exteriores, donde se habían colocado varias pantallas para que pudieran seguirlo en vivo.
Las primeras filas, aparte de la familia de Tito Vilanova, las han ocupado los jugadores de la primera plantilla con el staff técnico y los directivos del club. Entre las personalidades, destacan la del president de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, y su esposa Helena Rakosnik, que fueron recibidos por el presidente culé, Josep Maria Bartomeu.
En un mismo banco estaban sentados los expresidentes Joan Gaspart, Joan Laporta y Sandro Rosell. Laporta, que fue el último de los tres en llegar, tendió la mano a los otros dos. Junto a ellos, Josep Lluís Núñez.
Fue el cardenal arzobispo de Barcelona Lluís Martínez Sistach quien ofició la ceremonia. Sentados en un mismo banco, también en la primera fila, Artur Mas, Xavier Trias, alcalde de Barcelona, y autoridades del Gobierno español.
La ceremonia empezó con solo tres minutos de retraso y Martínez Sistach pidió unos breves instantes de silencio, mientras cantó el coro.
Los cuatro capitanes del Barça, Puyol, Xavi, Iniesta y Valdés, sentados en el mismo banco, siguieron con respetuoso silencio la misa, que fue cantada. Detrás de los capitanes, el resto de la plantilla. Y a los lados, los jugadores de la cantera.
Después de la primera lectura, Martínez Sistach recordó que "siempre estamos en manos de Dios" y pidió una oración por "nuestro hermano Francesc Tito Vilanova", "para que desde el cielo pueda intercedir por su familia, por el Barça y por todos". Confirmó el arzobispo que el hecho de recibir un funeral en una iglesia era voluntad de Tito.
Los rostros de seriedad y respeto eran protagonistas entre los más de mil asistentes. Representantes de muchos clubs de Primera División y alguno del extranjero han querido estar presentes en la ceremonia, que ha contado también con la presencia de directivos de los máximos organismos del fútbol español.
La parte final de la ceremonia fue la más emotiva. Palabras de recuerdo para el que fuera entrenador del FC Barcelona por parte de Josep Maria Bartomeu.
"Hoy es un día triste. Despedimos a un hombre, bueno, humilde y honesto. Que siempre fue de cara. Quiero darle desde aquí en nombre de todos los presidentes y del barcelonismo un último adiós. Gracias a su familia por acompañarle hasta el final. Nunca lo olvidaremos. Adéu Tito".
También habló Jordi Roura: "Amigo, compañero y hermano. Te echamos de menos, hace mucho que nos conocemos. Hemos compartido tanto que ahora nos sentimos vacíos sin tu presencia". Y contó, el que fuera su segundo, alguna anécdota personal y entrañable de la 'penya dels Giolafres' ('Peña los Glotones').
"Eras perfeccionista. Hombre serio y reflexivo, pero que a la vez tanto se reía". "Siempre he admirado tu valentía. Nunca te a temblado el pulso. Montse ha sido el amor de tu vida. Ella, que con tanta fortaleza te ha acompañado hasta el final. Estate tranquilo porque los tres están en buenas manos. Tienes pocos pero buenos amigos. Siempre seremos parte de sus vidas. Tus hijos son tu orgullo. Se te iluminaban los ojos cuando lo veías jugar a fútbol. El fútbol ha sido siempre tu pasión y te ha acompañado hasta el final".
"Siempre fiel a tí mismo, discreto por naturaleza. Pero al final, tan normal no eres: te has ganado el reconocimiento unánime y esto es un legado imborrable. Eres agradecido y querrías dar las gracias a los que han estado contigo. Tu valentía nos cambió a todos la vida. A ti el primero. Yo tuve que sustituirte. Es una experiencia que no olvidaré pero que no quiese haber vivido nunca. Tu ejemplo nos será de guía y seguiremos tu consejo: 'Seny, pit i força'. Por siempre eterno, Tito Vilanova".
Carlota, su hija: "Mi padre fue mi primer amor. Aún espero que vuelva a nuestro lado. De todo lo que me ha enseñado se olvidó de enseñarme cómo vivir sin él. Siempre me decía que luchara por mis sueños. Nada le cayó del cielo. Si esfuerzo le llevó a cumplir su sueño".
Su hijo Adrià: "Era un hombre entregado a lo suyo. Era un luchador. Cuando le diagnosticaron el cáncer, por lo primero que le preocupó fue por nuestro bienestar. Fue mi modelo. No puedo más que agradecerle los 17 años a su lado. Me ha dado grandes lecciones. Nos ha enseñado que nunca sabes cuándo llega tu momento. Sé que serás mi ángel de la guarda. A ti te dedicaré los triunfos. Descansa en paz, papá".
Carlota y Adrià también tuvieron un recuerdo para su madre, Montserrat: "Mi madre, igual de valiente y luchadora como él".
Se cantó el Rosa d'Abril y se dio por finalizado el acto después de una hora.