Roura ahora es técnico interino del Barça, segundo de Tito Vilanova, y por aquel entonces tenía 22 años y debutaba como titular en competición europea, y aunque pudo volver al fútbol, en las filas de los Segunda Murcia y Figueres, ya no recuperó su mejor forma y acabó colgando las botas con 25 años.
Roura actuaba de extremo con el Barcelona de Johan Cruyff cuando éste se midió a los al Milan de Arrigo Sacchi el 7 de diciembre de 1989, en encuentro de vuelta de la Supercopa de Europa, torneo que en aquella época se jugaba a doble partido. Tras el encontronazo fortuito Roura, tuvo que abandonar el campo, en el minuto 10 de partido donde el que Barça acabaría perdiendo por 1-0.
"Fue una lesión tonta. Fui a recoger un balón en defensa y choqué con Van Basten. Noté que se me giraba la rodilla derecha, que me quedaba clavado... y temí lo peor. Fue una desgracia", explicó el propio Roura.
Jordi Roura nombró a Van Basten como el causante de su lesión, pero con quien chocó fue con Frank Rijkaard, el que años más tarde sería entrenador del Barça.
El 9 de diciembre de 1989, Roura pasó por el quirófano para ser operado de rotura de menisco y de ligamentos cruzados, donde dijo adiós, a la temporada, y al Barça.
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