Tras la expulsión de Mascherano, llegó la lesión de Luis Suarez. El artífice del título de Liga desapareció del choque por un tirón muscular cuando quedaban 33 minutos. Rafinha salió al campo y, ahora sí, comenzó el acoso final sevillista.
El equipo de Luis Enrique se encomendó a Gerard Piqué, inmenso toda la noche. El central despejó todo lo que llegó al área de Ter Stegen. Fue un muro de hormigón infranqueable. Él solo se bastó para sostener al Barcelona.
La solidez de Piqué desesperó al Sevilla, que pese a su superioridad, no consiguió rematar a portería desde el disparo al palo de Banega. Los minutos fueron pasando e Iniesta, que estaba escribiendo su propia crónica estratosférica, provocó la expulsión de Banega en el minuto 90 y el partido volvió al principio, pero esta vez con una prórroga por delante.
Sevilla perdió su oportunidad. Perdonó casi todo un periodo con un jugador más y lo pagó. Tardo en venirse abajo lo que tardó Messi en aparecer casi por primera vez con un pase de ensueño a Jordi Alba, que entró por la izquierda como una moto para batir a Sergio Rico a los seis minutos de la prórroga.
El golpe fue durísimo para los hombres de Emery. Ya no se levantaron. Pudieron hasta recibir más goles, pero Sergio Rico lo evitó con varios paradones. El segundo llegó por medio de Neymar, pero fue testimonial. La Copa es de Piqué y de Iniesta. La inmensidad de ambos en un choque lleno de incidentes (hasta se lesionó el árbitro), encumbró al Barcelona.
Barcelona: ter Stegen, Dani Alves, Piqué, Jordi Alba, Mascherano, Iniesta, Rakitić, Busquets, Messi, Suárez, Neymar.
Sevilla: Sergio Rico, Rami, Mariano, Coke, Escudero, Banega, Carriço, Iborra, Krychowiak, Vitolo, Gameiro.
Estadio: Vicente Calderón.
El Barça consolidó en el césped del Vicente Calderón su condición de Rey de Copas: ningún otro equipo suma tantos títulos como el blaugrana, que anoche conquistó en Madrid la 28ª Copa de su palmarés, desde que lo estrenase en la temporada 1909-10, ganando el que entonces se denominaba campeonato de España, ya que la Liga ni siquiera había nacido en aquella época.
Con 28 títulos, el Barça sigue por delante del Athletic, el segundo en el palmarés de la competición con 23 títulos, y del Real Madrid, que suma 19 Copas. La distancia entre los dos primeros ha aumentado notablemente en los últimos años, ya que tres de las últimas cuatro Copas del Barça las ganó ante el Athletic de Bilbao (2009, 2012 y 2015).
El Barça ya ha jugado 39 finales de Copa, igualando el récord del Real Madrid, que también ha disputado 39, aunque con menos suerte, porque mientras el Barça atesora 28 títulos, el Madrid se queda en 19, a pesar de haber ganado dos finales ante el Barça en los últimos años (2011 y 2013). En términos globales, el Madrid ha perdido más finales (20) de las que ha ganado (19).
Además, el Barça repite título copero, algo que no lograba desde finales de los años noventa, cuando encadenó dos Copas a las órdenes de Louis van Gaal, la de 1997 ante el Betis en el Bernabéu y la de 1998 ante el Mallorca en Mestalla.
Con el título del Calderón, el Barça añade otra víctima en sus finales de Copa, ya que nunca se había enfrentado al Sevilla en el partido decisivo. El Barça había ganado finales ante 16 equipos, antes de hacerlo anoche ante el Sevilla: Athletic, Betis, Mallorca, Real Madrid, Real Sociedad, Sporting de Gijón, Las Palmas, Valencia, Zaragoza, Granada, Espanyol, Atlético de Madrid, Arenas de Getxo, Real Unión de Irún, Gimnástica Española y Español de Madrid.
El equipo blaugrana pasó más de una década sin jugar una final de la Copa (entre 1998 y 2009), pero desde entonces, su presencia en el gran partido del torneo ha sido habitual: de hecho, de las últimas ocho finales, solo se ha perdido dos, las de 2010 y 2014. Ganó en 2009, 2012, 2015 y 2016 y perdió las de 2011 y 2013, ambas contra el Madrid.
Como rey de la Copa, el Barça tiene cinco trofeos el propiedad, que se otorgan a los equipos que ganan tres ediciones seguidas (como en 1951, 1952 y 1953) o cinco alternas.
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