Luis Enrique: "Ya habéis visto que la ambición de estos jugadores no tiene límite: tenemos tres copas como tres soles", afirmó Luis Enrique. "Sabéis como nosotros que no ha sido fácil, habéis estado ahí respaldando, os lo agradecemos. Seguimos haciendo historia, vamos a intentar que en el futuro siga siendo así y os emplazo a que nos sigáis apoyando", prosiguió el técnico azulgrana.
Las palabras de Luis Enrique sonaron a un anuncio de su no confirmada pero deseada continuidad al frente del Barcelona, que la hinchada y el club esperan que se vea confirmada en los próximos días.
Gerard Piqué: Precedió el festejo en el Camp Nou. "Cuando vinimos aquí en 2009 (con el primer triplete), pensé que no lo volveríamos a conseguir, pero lo hicimos; ¡somos el mejor equipo del mundo!".
Luego, caldeó el ambiente con un agradecimiento cargado de ironía: "Gracias a Kevin Roldán porque contigo empezó todo", dijo Piqué ante la mirada atónita primero y sonriente después de Luis Enrique y de sus compañeros.
Kevin Roldán fue el cantante que amenizó la fiesta de cumpleaños del portugués Cristiano Ronaldo y difundió las fotografías y vídeos de la fiesta, justo después de una sangrante derrota ante el Atlético de Madrid que generó ríos de polémica.
Lionel Messi: Uno de los jugadores más coreados. "Volver estar acá otra vez y festejar esto es algo increíble después de un año difícil. Volver a levantarnos es espectacular, hay que disfrutarlo y mucho", señaló el astro argentino. "Es difícil, pero no tengo dudas de que vamos a seguir porque este grupo tiene muchas ganas y muchas expectativas", prosiguió Messi, mientras el brasileño Neymar hacía reverencias a sus espaldas.
Xavi e Iniesta: Agradeció a la hinchada, a sus compañeros y al cuerpo técnico por haberle regalado una "gran despedida". "Os extrañaré", confesó micrófono en mano el gran capitán del Barcelona, antes de ceder el testigo a Andrés Iniesta, que tuvo enormes dificultades para expresar su "orgullo" por pertenecer a este equipo.
Dani Alves: Aclamado por la hinchada, que le pidió a gritos "¡Alves quédate!", se despidió del estadio que le vio triunfar con una emotiva declaración de pertenencia al club.
"No sé si llegó el final, pero aquí fui feliz, lo soy y, si no estoy aquí en el futuro, lo seré igualmente porque soy unos más de ustedes", dijo el lateral brasileño, antes de ser engullido por todos sus compañeros en una rueda, una escena que se repitió con todos los jugadores que tomaron la palabra.
Los discursos de los jugadores sucedieron a una breve ceremonia en la que, con el estadio azulgrana iluminado por la luz de los celulares de los miles de hinchas que casi llenaban el coliseo, cinco niños se echaron a dormir en unas camas situadas en el centro de la cancha y, cuando cerraron los ojos, cinco pantallas gigantes situadas en el gol sur ilustraron sus sueños.
Primero la Liga, con el gol del uruguayo Luis Suárez al Real Madrid y la famosa derrota de Anoeta, entre otros momentos de la competición española conquistada por los azulgrana.
Luego, la Copa del Rey, con el antológico gol de Lionel Messi, que la hinchada volvió a celebrar casi como una semana atrás.
Finalmente, la Champions, con todos los goles que dieron los cinco títulos continentales que el Barcelona exhibe en sus vitrinas, desde el del holandés Ronald Koeman, que abrió la cuenta en Wembley 1992, hasta el del brasileño Neymar que la cerró el sábado en Berlín, pasando por los de París 2006, Roma 2009 y Wembley 2011.
El festejo del segundo "triplete" y de la quinta Copa de Europa del Barcelona se cerró con un espectáculo pirotécnico que los jugadores y el cuerpo técnico azulgrana presenciaron desde el centro del campo junto a sus hijos.
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