Sebastian Vettel celebró su cuarto título mundial con varios trompos en la pista y ello le han costado 25.000 euros de multa a Red Bull. El castigo no se debe a que quemara goma y luego se subiera a la valla para celebrarlo con la afición, sino debido a que demoró la llegada del coche al parque cerrado, y su equipo debió darle instrucciones para que no tardara en llegar al podio para allí celebrar su título.
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