"Siendo culé y siendo de la casa lo disfrutas el doble, es una pasada. Nunca imaginé personalmente estar nominado al Balón de Oro y los premios individuales. Era impensable cuando empezaba. Y esto lo hemos vivido gracias al Barça, al equipo, a la generación que tenemos y lo que hemos ganado también con la Roja".
"Es complicado gestionar los egos. Ahora por suerte en el vestuario tenemos muchos egos, pero todo el mundo sabe su rol y que sin el colectivo no ganas. Son lecciones de fútbol y de vida que te enseñan. Pasa con Leo, que es el más grande de la historia. Sabe que sin el equipo no es lo mismo, y lo ve cuando ha ido a Argentina. Y sigue siendo el mejor, pero al final es el conjunto lo que te hace ganar". "Los cuatro capitanes estamos hechos aquí, el quinto -Leo- también, y la suerte que tenemos es que la gente que marca la diferencia en el primer equipo también están formados en casa. Esto da un plus siempre, siempre".
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