'Catalunya Ràdio', publicó el documento, que fue firmado el 16 de mayo de 2010, poco antes de las elecciones a la presidencia del Barça. Durante aquella campaña electoral, Rosell negó repetidamente la existencia de este pacto.
La directiva del Barça había negado la existencia del acuerdo pero a raíz del lanzamiento de una bengala durante el partido de Copa ante el Real Madrid el 26 de febrero se descubrió que desde el club se fomentaba desde enero de 2013 la venta a muy bajo coste (10 euros) de 110 entradas destinadas a determinados grupos de seguidores. Así que Rosell admitió el error de haber alcanzado este tipo de pacto y puso punto y final a la creación en el futuro de esta grada de animación.
El club ha informado a EFE que el modelo de animación que pretendían implantar es el mismo que desde hace tiempo funciona en el Palau Blaugrana y se pedía expresamente una tolerancia cero con la violencia.
El proyecto de la grada de animación fue desterrado por el Barça en octubre de 2012, después de que los Mossos d'Esquadra creara un informe en el que constataban la imposibilidad de garantizar la seguridad.
El Barça ha anunciado el aumento de controles a los espectadores para evitar problemas futuros.
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