La cántabra culminó así un año de ensueño tras proclamarse campeona de Europa al aire libre en Amsterdam y logró lo único que le faltaba para culminar un palmarés extraordinario.
Beitia no falló ninguna de las alturas hasta llegar a los dos metros y con eso le bastó para colgarse el oro con un mejor salto de 1,97 metros.
Misma altura con la que la búlgara Mirela Demireva fue plata y la renacida croata Blanka Vlasic se llevó el bronce (la estadounidense Chaunte Lowe fue cuarta).
Como Beitia iniciaba la rotación, tuvo que esperar a la tercera tentativa de sus tres rivales para celebrar un oro histórico. Primero falló Demireva. Ruth ya era bronce. Después, Vlasic estuvo a punto... pero falló y la santanderina ya tenía la plata. Y Lowe tampoco pudo con los dos metros... ¡Ruth Beitia campeona olímpica!
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