El FC Barcelona dice adiós a la Liga y ha culminado su 'semana negra' en su visita ante el Granada con una dolorosa derrota (1-0) que se une a la que supuso la eliminación de la Champions ante el Atlético de Madrid.
Los azulgrana llegarán muy tocados anímicamente a la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid.
Martino alineó a Messi y Neymar desde el inicio para evitar sorpresas y los azulgranas salieron con intención, aunque como en los últimos partidos, sin dar sensación de peligro.
Un pase perfecto de Piti permitió a Brahimi superar a Montoya por velocidad y batir a Pinto por el primer palo para hacer el único tanto del partido. Mascherano cometió un penalti no pitado por el colegiado que hubiese puesto todo cuesta arriba.
El Barcelona no dio señales de recuperación, ni en juego, ni en sensaciones ni en ocasiones hasta la segunda mitad. Los cambio le sirvieron al Barcelona para meter una marcha más a su juego y llegaron las ocasiones. Neymar fue el más activo desde la izquierda, pero no acertó a marcar.
En los últimos minutos el Barça estuvo muy cerca del empate, pero una veces por los errores y otras por las paradas de Karnezis, el marcador no se movió.
El Barcelona ya no depende de si mismo en la Liga -algo que si hubiera ocurrido con el empate- y se complica mucho sus opciones.
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