La noticia saltó ayer en Alemania: el doctor Ricard Pruna, médico del FC Barcelona, se encontraba supuestamente en ese país para supervisar el estado físico de Ilkay Gündogan, centrocampista del Borussia Dortmund, aquejado de un problema de espalda.
El mediocampista no juega desde agosto por culpa de una extraña dolencia vertebral. El internacional alemán se lesionó con su selección jugando un amistoso contra Paraguay. Últimamente está entrenando ya con el resto de sus compañeros, pero a un ritmo menor. Está mejor, pero él mismo ha contado que ni podía estar sentado ni de pie, no podía levantar demasiado peso y hasta tuvo episodios de parálisis.
Las sospechas sobre el paradero del médico azulgrana comenzaron la noche del miércoles, cuando se lesionó Víctor Valdés en el partido ante el Celta. El médico titular del equipo no estaba en el estadio y en su lugar atendió a Valdés su ayudante, el doctor Medina.
Desde el FC Barcelona esta información ni se desmentía ni se confirmaba. Viaje profesional, se comentaba. En todo caso, lo que ya cuesta esconder en el club es que Gündogan es un futbolista que interesa y mucho.
A sus 23 años, y a poco más de un año de acabar su contrato (expira en 2015), es un futbolista ideal para suplir a Xavi para el futuro culé.
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