"Este ambiente (en el club) no es el mío y no corresponde a mi noción de juego honesto, profesional y transparente. Es imposible conseguir metas elevadas si falta el respeto entre jugadores, entrenadores y empleados, por una parte, y los propietarios del club, por otra".
Aceptó hacerse cargo del equipo el pasado día 5 de junio, sin contrato ni sueldo, con el único objetivo de ayudar al 31 veces campeón búlgaro, sumido desde años en deudas millonarias.
La crisis en CSKA se ha profundizado aún más en las últimas semanas, después de una confusa operación en la que se anunció que Stoichkov era el nuevo propietario del club, una información que fue luego desmentida.
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