Los ingresos totales han sido de 491 millones, 4 menos que el año pasado por la disminución de los ingresos por traspasos. Javier Faus comentó: "Estamos satisfechos, porque con el ordinario del club es posible cubrir los gastos y obtener beneficios". El EBITDA es de 118 millones de euros. Estas ganancias devuelven al club a fondos propios positivos por primera vez en muchos años, dejando de ser una entidad en quiebra.
Faus, el vicepresidente económico, añadió que "la esperanza de que durante muchos años más el Barcelona no vuelva a estar en rojo patrimonialmente hablando".
El fondo propio positivo es de unos 13 millones de euros. Gracias a estos beneficios, la actual junta directiva no tendrá que avalar la próxima temporada después de haberlo hecho desde la 2001-11. "Seguimos siendo responsables, eso no cambia", "la estabilidad de las cifras de negocio, hemos conseguido mantener los ingresos y los gastos controlados en unos tiempos de crisis en los que no caben crecimientos de 20 o 30 millones de euros como antes".
Los gastos totales han aumentado en 2 millones (de 441 a 443) por el pago de las primas de la Liga, evaluados entre 18 y 20 millones respecto a la temporada anterior, pero un año más se han reducido los gastos generales de gestión, no deportivos, de 101 a 96 m. La deuda neta, de 331 millones (334 hace un año) no se ha reducido debido al impacto en el balance del fichaje de Neymar, cuya amortización y coste salarial no se reflejarán en la cuenta de explotación hasta de la próxima temporada.
El Barça ya ha pagado parte del coste de los 57 millones e incluido el resto como deuda pues la operación se cerró 20 días antes del final del ejercicio.
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