viernes, 23 de agosto de 2013

Raúl vivió una noche mágica en su despedida tres años después, y prometió volver

El Santiago Bernabéu rindió ayer un homenaje a uno de sus mejores jugadores de los últimos años, Raúl González Blanco. La XXXV edición del Trofeo Bernabéu fue el marco elegido y el Real Madrid, con la complicidad de la afición que llenó el estadio, organizó un homenaje que no olvidará.

Cuando Raúl pisó el césped para calentar vestido de blanco recibió la primera ovación de la noche. Los honores continuaron con un pasillo de ambos equipos a Raúl, que pudo saludar a la afición rodeado por los 16 títulos que conquistó en sus 16 años en el primer equipo.

Posteriormente, Raúl subió al palco para recibir de manos del SM el Rey Juan Carlos I una réplica de la Cibeles y saludar a sus hijos completamente emocionado. Los prolegómenos concluyeron con Casillas 'devolviéndole' su brazalete de capitán, antes de comenzar la primera parte.

Cuando comenzó el partido Raúl marcó un golazo, en el minuto 23' cuando Di María colocó un centro ajustado que Raúl controló y definió con su zurda para hacer el 1-0.

Por otro lado, parte del Bernabéu pitó a Casillas aunque la mayoría gritaba: 'Iker, Iker', lo único destacable de la primera mitad. Ancelottí puso a calentar a Diego López que jugó la segunda mitad en detrimento de Iker.

En la segunda, Raúl ya capitaneó al Al Sadd, el Madrid cumplió con los pronósticos y un cabezazo de Isco en el 59', un penalti transformado por Benzema en el 79' y un doblete de Jesé Rodríguez en el 81' y el 88' colocaron el 5-0 definitivo.

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