lunes, 22 de julio de 2013

Messi y Tata una vida conectada

La vida es un pañuelo, o como dice una leyenda china, entre las personas hay unos lazos rojos por los que estamos predestinados a conocer, un lazo que no se puede romper, solo enredar. Y eso mismo le ha pasado a Leo Messi y 'Tata' Martino que vuelven a coincidir en un terreno de juego casi veinte años después y defendiendo los mismos colores, ahora al Barça.




A mediados de la década de los noventa. Martino apuraba sus últimas horas como futbolista de Newell's Old Boys, mientras que Leo Messi empezaba a despuntar a muy temprana edad en las filas del conjunto de su Rosario natal. Su precoz talento haría que que recibiera, de forma inesperada, los vítores de la hinchada 'rojinegra' con apenas 9 años de edad.

Era el verano de 1996 y, a pesar del mal tiempo, la hinchada de Newell's rindió un sentido homenaje a su gran mito en su despedida con el conjunto rosarino y, en pleno descanso, llegó el momento de Messi. Los equipos inferiores recientemente proclamados campeones daban una vuelta de honor al estadio cuando sucedió lo inesperado.

Los jóvenes jugadores se reunieron en el círculo central y varios de ellos empujaron a Leo al interior del circulo. Messi dejó con la boca abierta a los aficionados con sus toques de balón, mientras la afición coreaba "¡Maradó, Maradó!", en alusión a Diego Armando Maradona, el otro '10' por excelencia en la historia del fútbol argentino. Una historia propia de un jugador único, que ahora se reunirá en Can Barça con el gran mito de Newell's.

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